Es importante comentar ¿Quiénes somos?, debo reconocer que la amistad se impuso y que nos conocemos desde hace más de treinta, veinte, diez años y, menos de un año; que venimos de formaciones políticas distintas, hay quienes militan en el PRD, PRI, MC, Independientes, Sin partido, empresarios; es un colectivo donde estamos integrados los jóvenes y los adultos.
¿Qué queremos?, antes de responder esta pregunta, quiero referirme a José Ortega y Gasset, quien desarrollo una “teoría de las generaciones”, en donde consideraba que cada tiempo presenta una problemática distinta, y ante eso tenemos el deber moral de legarle a la próxima generación los valores y los usos.
Partiendo de una interpretación Orteguiana, debo reconocer que las “circunstancias” de mi generación, la cual nació políticamente en 1988, con el anhelo de implantar la democracia en el país y en Veracruz; en ese tiempo una parte de mi generación incursionaba en la política para tener “poder”, ese eufemismo mexicano, obvio no es la “relación social” que Michael Foucault nos describió en su microfísica del poder; aquella generación soñó con la democracia, como aquel proyecto generacional que había que concretar frente a los clásicos fraudes electorales que se hacían en el país, basta recordar el fraude patriótico en Chihuahua en 1986 y, la caída del sistema en 1988. Esas eran las referencias de “nuestro tiempo”, y algo teníamos que hacer, nuestra conducta era de ser un inconforme con el mundo de la política.
Es pertinente comentar que el arribo a la democracia fue una construcción dolorosa y sobre todo violenta, porque no salía del ámbito de lo “político” (Chantal Mouffe), es decir del conflicto, lo que nos alejaba de la “política”, ésta como la civilización del propio conflicto, ésta como una salida racional para “construir un orden posible” (Norbert Lechner); de hecho la alternancia mexicana fue la más larga de la historia política contemporánea en el mundo, la cual nos llevó casi un cuarto de siglo, de 1977 al año 2000. Empero, la democracia electoral que nació con la reforma de 1996 fue con la que llegamos a una “transición votada” (Mauricio Merino); una democracia que se consolidó en sus procedimientos y en sus instituciones, como fue la creación del IFE, hoy INE pasando por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, instituciones para esa democracia procedimental pero que nos alejamos de los principios y sobre todo de la ética política, una democracia que fue secuestrada por la mercantilización de la política, proceso que alteró por ejemplo el ingreso a la política, ya que hoy en día ya no se busca el “poder”, sino el enriquecimiento personal y grupal desde el gobierno, un ejemplo de esto fue la “docena trágica” que vivió Veracruz en estos últimos años.
Quizá, el fracaso de mi generación fue que se logró instaurar el proyecto democrático pero hoy asistimos no sólo a la baja calidad de la democracia, sino a la degradación de la democracia política. Debo reconocer que es un triunfo de la cultura política del PRI sobre las “otrora oposiciones”, las inoculó, porque hoy cualquier partido político que este en la esfera pública nacional o estatal es una réplica mal hecha de lo que fue el PRI, allí están las prácticas políticas que se convierten en antivalores: corrupción, nepotismo, patrimonialismo, cultura de la ilegalidad, y sobre todo la liquidación de la ética política, ésta ya no echó raíces estables en la realidad política y en la mentalidad en general. Pero lo más dramático es que esa ilusión política estuvo acompañada de la construcción de ciudadanía, hoy puedo afirmar que era profundamente “imaginaria” pero que tenía una enorme pasión por hacer un cambio político.
Es pertinente recordar que el voto después de la elección de 1988 se convirtió en un valor político per se, era un arma letal para enfrentar al autoritarismo, pero actualmente el voto ha sufrido una desvalorización, se le vacío de contenido porque paradójicamente los votos son producidos desde los programas sociales que administran la pobreza, lo que significa que la ciudadanía se convirtió en un mito político y accedemos a otra categoría política, la de los siervos electorales, éstos que venden su dignidad como si fuese una mercancía. Simple y sencillamente se convirtió en una ciudadanía imaginaria (tomo prestado el título del libro de Fernando Escalante Gonzalbo), hoy en día también el ciudadano se rebajó a ser un simple elector, consumidor, usuario.
Si bien el mundo ha cambiado, las redes sociales, los medios de comunicación, los empresarios, pero lo único que no ha cambiado es la política, allí no hay innovación, por lo que la política dejó de ordenar al mundo, actualmente ocupo su lugar la economía, y por lógica la política es prescindible en el mundo contemporáneo, únicamente se reinventa gracias a los escándalos. De acuerdo a este diagnóstico.
¿qué propone el Colectivo Metropolitano por la Democracia?, pues bien busca en primera instancia reconstruir el proyecto democrático desde nuestras experiencias personales, a través de un ejercicio deliberativo, en donde anteponemos un proyecto político y social frente a la metafísica de la banalidad y el voluntarismo político, el primero se observa en decir que hacer política por una determinada sigla es porque es una moda, grave error pensar que el bien común o la voluntad general es una asunto de modas; o lo peor que únicamente leemos el aspiracionismo político, el cual no tiene ninguna base, más que la de “querer ser”, y frente a esta visión extremadamente pobre, proponemos que la zona metropolitana Xalapa y otros municipios podamos convertirnos en agentes políticos que discutan, incidan y sobre todo que recuperemos la capacidad estratégica reflexionando y anticipándonos a los cambios, tal y como lo describe Daniel Innenarity “…introduciendo un elemento de pensamiento en la vida política, pero hay que saber que en los años venideros no es previsible una política sin un elemento de adaptación a un entorno tremendamente cambiante”.
Un segundo elemento es atacar directamente a la mercantilización de la política, no todo lo que está en la política es comprable, allí es donde si bien las ideologías están en declive, la ética política debe reintroducirse nuevamente en la vida pública de este país y de Veracruz, porque la reconstrucción de Veracruz transita necesariamente con el estilo personal de gobernar; aquí quiero recordar que ningún gobierno de coalición entre el PAN y el PRD han sido reelectos, allí están los casos de Nayarit, Chiapas, Oaxaca, Sinaloa; o los nuevos gobernadores de Veracruz, Durango, Quintana Roo, absolutamente todos han tenido un denominador común, han sido miembros del PRI, de allí que si bien ganan con mucho entusiasmo para consolidar una “alternancia” que siendo gobierno no construyen una “alternativa” al pasado inmediato, es así que ese ha sido el fracaso, por lo tanto fueron alternancias deslavadas, que únicamente se adaptaron al sistema político, no lo intentaron cambiar. Por lo tanto, éste Colectivo Metropolitano por la Democracia buscará hacer otro tipo de política y sobre todo que será generador de las alternancias con alternativas en las próximas elecciones municipales.
Por otra parte, se nace para presionar a los partidos políticos y a quienes pretendan voluntariosamente ser candidatos, y enviar un mensaje claro a los veracruzanos, los partidos políticos ya no tienen el monopolio de las candidaturas, allí están las candidaturas independientes que serán una válvula de escape de los ciudadanos que aspiren a un cargo de elección popular, de cierta manera Veracruz en los años setenta ganó dos alcaldías con partidos políticos municipales, que eran una especie de candidatura ciudadana, los casos más importantes fueron Papantla, Coatzacoalcos y hasta Poza Rica tuvo una participación similar, si bien fueron las instancias internacionales las que posibilitaron la existencia de las candidaturas independientes y, eso fue gracias a Jorge Castañeda, quien decidió recurrir a las instancias internacionales.
El proyecto político en concreto será el impulso de gobiernos metropolitanos, como actores políticos que se identifican con la ética de la responsabilidad, proponemos primero visibilizar la agenda metropolitana y cuáles serían las políticas públicas a construir en esta ruta de la nueva gobernanza en la cual nos vamos a desarrollar. Para abundar sobre estos temas le cedo la palabra a mi amigo Pancho Domínguez Canseco.
20 de octubre de 2016
Xalapa, Ver. Centro Recreativo
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